Procesamiento sensorial en CEA: impacto y estrategias
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El procesamiento sensorial juega un papel clave en la forma en que las personas con Condición del Espectro Autista (CEA) perciben y responden al mundo que les rodea. Mientras que para algunas personas ciertos estímulos pueden pasar desapercibidos, para otras pueden ser abrumadores o, por el contrario, insuficientes. Estas diferencias pueden influir en la comunicación, la socialización y el bienestar diario.
Qué es el procesamiento sensorial y cómo funciona en el CEA
El sistema sensorial nos permite recibir, interpretar y responder a la información del entorno. En personas con CEA, este proceso puede ser atípico, lo que significa que ciertos estímulos pueden percibirse de forma exagerada (hipersensibilidad) o con menor intensidad de lo habitual (hiposensibilidad).
Además de los cinco sentidos tradicionales (vista, oído, olfato, gusto y tacto), existen otros dos sistemas sensoriales que pueden verse afectados en el CEA:
✅ Sistema propioceptivo: Relacionado con la conciencia del cuerpo en el espacio y el control del movimiento.
✅ Sistema vestibular: Responsable del equilibrio y la coordinación.
Estos sistemas pueden influir en la forma en que una persona con CEA se mueve, se relaciona con los objetos y regula su cuerpo en diferentes entornos.

Diferencias entre hipersensibilidad e hiposensibilidad
Las personas con CEA pueden procesar los estímulos de manera diferente. Algunas pueden experimentar hipersensibilidad sensorial, donde los sonidos, luces, texturas o movimientos se perciben de forma intensificada, generando incomodidad o ansiedad. Otras pueden presentar hiposensibilidad sensorial, lo que significa que necesitan estímulos más fuertes para percibirlos correctamente, como buscar sonidos repetitivos, contacto profundo o movimientos constantes para autorregularse. Estas diferencias impactan su interacción con el entorno y su bienestar diario.
Cómo el procesamiento sensorial impacta la vida diaria
El impacto del procesamiento sensorial en la vida de una persona con CEA depende del entorno y las estrategias que se utilicen para adaptarlo. Algunos desafíos comunes incluyen:
✅ En la escuela o trabajo: Distracción por sonidos ambientales, dificultad para permanecer sentado, incomodidad con ciertos materiales o texturas.
✅ En la alimentación: Rechazo a ciertas texturas o temperaturas, preferencia por sabores específicos.
✅ En la socialización: Dificultad para tolerar multitudes, luces intensas o ruidos en espacios públicos.
✅ En la movilidad y el juego: Necesidad de estimulación vestibular, como columpios o movimientos repetitivos.
Adaptar el entorno y ofrecer herramientas adecuadas puede mejorar significativamente la experiencia y el bienestar de una persona con CEA.
Estrategias y herramientas para la regulación sensorial
Existen diversas estrategias para equilibrar el procesamiento sensorial y ayudar a que las personas con CEA se sientan más cómodas en su entorno.
✅ Para la hipersensibilidad (Reducir estímulos excesivos)
- Uso de auriculares con cancelación de ruido para minimizar sonidos molestos.
- Gafas con filtro de luz para reducir la fatiga visual.
- Ropa sin etiquetas o de materiales suaves para evitar incomodidad táctil.
- Alimentación con texturas predecibles para reducir rechazo a la comida.
✅ Para la hiposensibilidad (Aumentar la estimulación sensorial)
- Uso de columpios sensoriales o juegos de movimiento para estimular el sistema vestibular.
- Mantas con peso o chalecos de compresión para aumentar la percepción corporal.
- Mordedores y juguetes sensoriales para satisfacer la necesidad de estimulación oral y táctil.
- Ejercicios de presión profunda o masajes para aumentar la conciencia corporal.
Pequeños cambios pueden marcar una gran diferencia en la comodidad y regulación emocional de una persona con CEA. Identificar sus necesidades sensoriales y adaptar su entorno es clave para mejorar su calidad de vida.

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