Dificultades en la alimentación en personas con autismo
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Para muchas personas, la alimentación es un proceso cotidiano sin mayores complicaciones. Sin embargo, para quienes tienen Condición del Espectro Autista (CEA), puede representar un desafío significativo. Algunos sabores, texturas o temperaturas pueden generar rechazo, mientras que la necesidad de seguir rutinas y la hipersensibilidad sensorial pueden hacer que la introducción de nuevos alimentos tenga dificultades.
¿Por qué algunas personas con CEA tienen dificultades para comer?
No hay una única razón detrás de estas dificultades, ya que cada persona experimenta la alimentación de manera diferente. Sin embargo, algunos factores comunes pueden influir:
Hipersensibilidad sensorial: Algunas texturas, olores o temperaturas pueden ser intolerables, generando rechazo inmediato o incluso malestar físico.
Preferencia por lo predecible: Muchas personas con CEA prefieren comer siempre los mismos alimentos y pueden rechazar probar cosas nuevas. La rutina y la previsibilidad en la alimentación les da seguridad.
Dificultades motoras orales: Problemas en la masticación o deglución pueden hacer que ciertos alimentos sean difíciles de manejar, provocando molestias o incluso evitando su consumo.
Asociaciones negativas: Un mal recuerdo con cierto alimento, como una experiencia de indigestión o un episodio desagradable, puede hacer que lo eviten por completo.
Estrategias para mejorar la alimentación
Aunque cada persona es única y no hay una solución universal, algunas estrategias pueden ayudar a que la alimentación sea más llevadera y diversa:
✅ Introducir nuevos alimentos de manera gradual: Forzar a probar algo nuevo puede ser contraproducente. Es mejor presentarlo de forma progresiva, combinándolo con alimentos que la persona ya acepta.
✅ Respetar sus preferencias y adaptar la comida: Ajustar texturas, temperaturas y presentaciones puede hacer una gran diferencia. Por ejemplo, algunas personas toleran mejor los alimentos triturados o en determinadas temperaturas.
✅ Modificar texturas y temperaturas: En ocasiones, un alimento puede ser aceptado si se cambia su consistencia. Un vegetal cocido puede ser más tolerable que uno crudo, y un jugo frío puede resultar más agradable que uno a temperatura ambiente.
✅ Crear un ambiente tranquilo y sin distracciones: Comer en un entorno con pocos estímulos sensoriales, sin ruidos fuertes ni interrupciones, puede facilitar la experiencia y hacer que sea menos abrumadora.
Entender que cada persona con CEA vive la alimentación de forma diferente es clave para brindar el apoyo adecuado. La paciencia, la flexibilidad y la observación son herramientas fundamentales para ayudarles a tener una dieta más variada y equilibrada, sin generar estrés ni rechazo.
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