Cómo prevenir la sobrecarga sensorial en niños con CEA
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Cómo Identificar y Manejar la Sobrecarga Sensorial en Niños con CEA
Las personas con CEA pueden experimentar una alta sensibilidad a estímulos sensoriales como luces, ruidos o texturas. Cuando estos estímulos se acumulan sin una regulación adecuada, pueden generar sobrecarga sensorial, afectando su bienestar emocional y físico. Identificar las señales tempranas y aplicar estrategias de prevención puede hacer una gran diferencia en su calidad de vida.
¿Qué es la Sobrecarga Sensorial?
Ocurre cuando el cerebro recibe más información de la que puede procesar cómodamente, generando estrés y ansiedad. No es lo mismo que una crisis sensorial; la sobrecarga es el estado previo, donde el niño(a) empieza a mostrar signos de malestar. Si no se gestiona adecuadamente, puede intensificarse hasta convertirse en una crisis.
Algunas situaciones que pueden desencadenarla incluyen ambientes con estímulos intensos o impredecibles, contacto físico inesperado, olores o sabores intensos, uso de ropa con texturas incómodas y cambios bruscos en la rutina sin preparación previa.

Señales Tempranas de Sobrecarga Sensorial
Cada niño(a) puede manifestarla de diferentes maneras, pero algunas señales comunes incluyen:
- Cambios en el comportamiento como mayor irritabilidad, ansiedad o aislamiento.
- Movimientos repetitivos como taparse los oídos, aleteo de manos, balanceo o morder objetos.
- Hipersensibilidad o evitación de estímulos como alejarse de ruidos, luces o multitudes.
- Dificultad para concentrarse o responder a preguntas.
- Necesidad de escapar o buscar un refugio seguro.
Si estas señales aparecen con frecuencia en ciertas situaciones, es posible que tu hijo(a) esté experimentando una sobrecarga sensorial antes de llegar a una crisis.

Estrategias para Reducir la Sobrecarga Sensorial
Adecuar el entorno: Evitar luces demasiado brillantes o parpadeantes, ofrecer auriculares con cancelación de ruido en ambientes ruidosos y permitir el uso de gafas de sol o viseras en lugares con mucha iluminación puede marcar la diferencia.
Anticipar situaciones nuevas: Explicar con anticipación lo que sucederá y utilizar pictogramas o agendas visuales ayuda a preparar a tu hijo(a) para cambios en la rutina, reduciendo la ansiedad.
Incluir pausas sensoriales: Tener momentos de descanso en lugares tranquilos permite regularse antes de que la sobrecarga aumente.
Proporcionar herramientas de regulación: Juguetes sensoriales, mantas con peso o espacios como una tienda de reducción de estímulos pueden ayudar a gestionar el impacto de los estímulos antes de que se intensifiquen.
Respetar sus límites sensoriales: Si un niño(a) muestra incomodidad con ciertos estímulos, no lo obligues a enfrentarlos sin preparación. En situaciones inevitables, ofrecer alternativas le permitirá tener más control sobre su entorno y sentirse más seguro(a).
Qué Hacer si la Sobrecarga Sensorial No se Puede Evitar
A veces, la sobrecarga sensorial es inevitable. En estos casos, es importante:
- Permitirle retirarse a un lugar seguro.
- Hablar con voz calmada y sin exigir respuestas inmediatas.
- Evitar el contacto físico si no lo busca.
- Dar acceso a objetos que le ayuden a regularse, como un peluche o un juguete sensorial.
Respetar su tiempo de recuperación es clave para evitar que la sobrecarga se convierta en una crisis.
La Importancia de Actuar a Tiempo
Reconocer los signos tempranos de sobrecarga sensorial permite intervenir antes de que la situación escale. Con ajustes en el entorno y estrategias de regulación, es posible mejorar la calidad de vida de los niños(as) con CEA y ayudarles a manejar su mundo de una manera más segura y predecible.
¿Has identificado signos de sobrecarga sensorial en tu hijo(a)? Cuéntanos qué estrategias te han funcionado mejor.
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